¿Tu ropero refleja quien eres?

Ya estamos en Mayo, ¡por fin!. Aunque me doy cuenta al escribir que no es Mayo lo que me da esta alegría, si no el hecho que ya empieza a hacer calor.

 

Creo, además, que esta sensación será compartida por much@s de vosotr@s. Hablando con gente de distintos círculos que me rodean, al final, había una conversación que acababa saliendo y era la del cansancio por tantos días grises, fríos y con lluvia. Necesitábamos este cambio para que la energía se renovase.

 

Y si hablamos de renovar, de calor, de cambio y de energía, hay algo que está palpitando en tu casa con ganas de que le hagas caso y ese es, tu armario.

 

¡Sí, toca ya! Estamos en cambio de estación, y por tanto, es el momento de hacer ese cambio en tu ropero. Lo puedes hacer sin más o aprovechar para hacer una limpieza que no solo se quede en la ropa, sino que vaya un paso más, y a la vez, te “limpies” tú.

 

De igual forma, que puedes tener ciertos pensamientos que te restan energía y te pesan, seguro que tienes en tu armario, ciertas prendas, que también te pesan. Día tras día, al abrir tu armario, no haces más que verlas con el resultado final, de seguir dejándolas colgadas o guardadas sin que te las pongas o incluso puede, que sin haberlas quitado aún, la etiqueta. ¿Te suena?

 

Y obviamente, esa imagen, repetida en el tiempo te cansa, te va consumiendo energía porque en el fondo lo que tienes frente a ti, es un mensaje muy claro que te dice: “tu armario, no te representa”. O dicho de otra forma, la imagen que te devuelve tu armario de ti, poco tiene que ver contigo, no eres tú.

 

No olvidemos, que lo que hay en tu vestidor es una imagen inconsciente de ti mism@,  es un reflejo de lo que crees que eres, que bien puede coincidir con tu imagen realo puede que lo que esté colgado, sea más bien, tu imagen idealizada. Si estás en el primer caso, al abrir tu armario o tus cajones, te verás en cada una de las prendas y eso será, ¡fantástico!, estarás en armonía y coherencia porque verás autenticidad. Si eres alegría, espontaneidad, dinamismo, tus prendas te dirán esto a través del color, textura, volúmenes, estampados, etc. Si por el contrario, resoplas y te sale el típico “no tengo nada, no sé qué ponerme”, está claro que hay algo que no encaja entre tu armario y tú.

 

Ahí, tienes un tema pendiente, que llegado a este punto, puedes seguir como hasta ahora, hacer el cambio de temporada guardando todo lo de invierno y sacando lo de verano, sin tomar decisiones o ponerte manos a la obra y hacer un cambio de armario consciente.

 

Ya sabes que no se trata solo de cambiar un abrigo por un vestido de tirantes o tu traje para ir a la oficina por un polo de manga corta. Detrás de ese cambio de estación, si profundizas, puedes ver una oportunidad estupenda para saber mucho más de ti.  Aprovecha este cambio de ropero para liberarte de esas cosas que te limitan y que no dejan que salga todo tu potencial.

 

Tu vestuario habla de ti, de quién eres y en muchas ocasiones, se puede utilizar esa ropa que tienes colgada, para tapar precisamente una parte de ti que no has aceptado y dejar ver, aquello que tú crees que va a ser reconocido por tu entorno, bien porque es lo que se espera de ti o porque te permite encajar en tu grupo, aunque esto tenga muy poco que ver contigo. Es la diferencia entre mostrarte con tu ropa tal cual eres o aparentar algo que no eres.  

 

Ésta es la clave que te planteo para hacer ese cambio de ropero. En este post, no te voy a dar un Método, unos pasos para hacer este cambio. Si miras en google lo vas a encontrar fácilmente. Mi propósito es que previamente a que te pongas a ello, te pares un momento frente  a tu armario, lo observes,  lo sientas y tomes decisiones no en base a si te gusta o no, si está a la moda o no, o si te queda bien o no. ¡Claro! que esto te ayuda a hacer limpieza pero puede que a continuación, vayas de nuevo a un Centro Comercial y que otra vez, te compres prendas que te gustan porque visualmente te han entrado por los ojos, te quedan bien o estén a la moda y que acaben de nuevo, colgadas en tu armario.

 

Traspasa esa barrera y que tus decisiones para decidir, si esa prenda de invierno, antes de guardarla para la próxima temporada, sigue contigo o no, y si esa prenda de verano se cuelga o no, sea porque te representa verdaderamente. Para ello, dos herramientas que te ayudarán a hacer esa limpieza de fondo de armario.

 

La primera, vete a la prenda que más te pones y mejor te hace sentir y haz una lista de las características que tiene para que sea tu favorita (ej, es fluída, tiene colorido, es dinámica, alegre, saca mi parte creativa, divertida…). Y al revés, coge la prenda que lleva tiempo sin que te la pongas, que la detestas y que te hace sentir incómod@ e igualmente lista las características que tiene (ej, es rígida, de color apagado, su tacto no me gusta, me pone de mal humor, se me ve distante, con frialdad…). De esta manera,  tendrás frente a ti, las características para tomar decisiones a la hora de comprar nuevas prendas y a la hora de hacer limpieza para dejar en tu armario, solo las prendas que cumplen las características de tu favorita y tirar, regalar, donar,  aquellas que cumplen la que detestas y no te pones.

 

La segunda herramienta es simplemente sentir la prenda, que lo visual no tome las riendas a la hora de tomar la decisión. Para ello, coge cada una de las prendas entre tus manos, tanto las de invierno como las de verano, y mientras la sientes, hazte estas preguntas:

 

¿Me representa, me veo en ella?
¿Siento que esta prenda soy yo de forma real?
¿Me potencia en esta fase de mi vida?
¿Me da energía?

 

Si las respuestas son afirmativas, déjala, si no, ya sabes, esa prenda no eres tú.

 

A estas alturas, seguro que ya te has dado cuenta que colgadas en tu armario, hay más que prendas. Ahí, en tus perchas, pueden estar colgadas, lealtades para sentir que perteneces y encajas en tu grupo, vínculos emocionales en forma de regalos de gente que aprecias , apegos a ciertas cosas de las que te cuesta desprenderte, miedos a  cambios, a mostrarte, tal como eres, complejos, deseos ideales pero no alcanzables, limitaciones, modas que te entran por los ojos, un “quiero y no puedo”, un “querer aparentar algo que no soy”, un “soy yo pero no me atrevo”, un “me gusta pero no me identifico con ello” un “me da pena tirarlo”…

 

Todo esto es un desgate para ti, porque cada vez que abres el armario esta energía negativa se abalanza sobre tu persona. Va directamente a tu inconsciente sin que tú te des cuenta de ello, pero eso no quiere decir que no esté haciendo su efecto de bloqueo, cansancio, pesadez y todo lo que sientes al resoplar.

 

Ya lo dije en un post anterior, parece a priori, que la parte estética es la más fácil porque tiene ese halo de algo superficial, vistoso y donde, además, hay montado todo un negocio superatractivo que te bombardea, te envuelve y te ofrece cantidad de posibilidades y opciones para sentirte como en una nube.

 

Realmente la estética, tu imagen externa verdadera va a ser aquella donde a pesar de ir vestida, vas desnud@. Si conectas contigo, con tu esencia, te vas a presentar al mundo tal y como eres y se te va a ver. Vas a tener presencia. La gente al mirarte no va a ver a tu ropa, si tu estética está en coherencia con tu dimensión corporal e interna, vas a sobresalir tú por encima de tu vestuario.  De ahí lo que digo de ir desnud@, porque ya no te tapas con la ropa. Lo que hay es transparencia en tu imagen estética.

 

Este es el motivo de por qué un mismo outfit no queda igual a todas las personas o por qué, puedes llevar un look estupendo, estéticamente construido, pero haya algo que no encaja. Tú eres la percha con tu forma de moverte, tu cuerpo, tus gestos, tu mirada, tu actitud, lo que sostiene ese vestuario para que se vea y se sienta creíble, verdadero, natural y auténtico. ¡Esto es estilo!.

 

Así que, ahora te toca a ti hacer esa limpieza de armario con estas claves, para que cuando lo abras la imagen que te devuelva sea ese soplo de aire renovado que te carga las pilas, te llena de vitalidad porque te reconoces y te ves en cada una de las prendas que cuelgan del mismo.

 

Estaré encantada de leer tus comentarios. Tus experiencias, nos ayudan a crecer.

 

Te espero en el próximo post y mientras tanto, ya sabes, ¡se tú y brilla desde tu Belleza Imperfecta!

 

4 comentarios
  1. Miriam
    Miriam Dice:

    Pufff, pues despues de leerte tengo que ponerme manos a la obra. En mi armario hay prendas que año tras año cuelgo pero no me pongo. Ya tengo tarea para el finde.

    Muchas gracias belleza imperfects

    Responder
    • Teresa Contreras
      Teresa Contreras Dice:

      Hola Miriam;

      Sí, parece que necesitas liberar tu armario, lo que a la vez, ya sabes que te va a liberar a ti. Acuérdate que ahora tienes dos nuevas herramientas que te facilitaran esta toma de decisión para que ese «Pufff» te cueste menos y sobre todo, para que la imagen que te devuelva tu armario al abrirlo, te haga sentir renovada y con energía.

      Gracias por compartir.

      Un abrazo

      Responder

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *