¡Kinestesia pura!

Hace justo una semana, tuve el placer de asistir al concierto de la Film Symphony Orchestra (FSO). Os confieso que no soy asidua a asistir a conciertos de música clásica, pero el hecho de que apuesten por acercar la música sinfónica a todo tipo de público, interpretando grandes bandas sonoras de cine, me atrajo desde el primer momento.

Y no me defraudó en absoluto. Al revés, me quedé  con la boca abierta. Fue todo un espectáculo que disfruté con los cinco sentidos. Aún, siendo cierto lo anterior, si tuviera que definir lo que viví y sentí en pocas palabras, mis palabras serían: ¡Kinestesia pura!

¿Y qué es esto de la kinestesia?

De forma muy simplificada, se puede decir que son las sensaciones que tenemos sobre nuestro propio cuerpo en cuanto al movimiento, la posición, el sentido del equilibrio, etc.

En mi caso, quedé hipnotizada con el movimiento de la batuta del director de la orquesta, mi cabeza y mi cuerpo se movían al son de la música y la piel se me erizó con varias de las interpretaciones. ¿Por qué os cuento esto? Porque mis reacciones no fueron por casualidad.

Es más, llegado a este punto, ¿cuál de tus cinco sentidos, dirías que es el predominante a la hora filtrar  la información que tienes a tu alrededor?

Por si tuvieras alguna duda, te lanzo otra pregunta para que te quedes pensando en ella unos segundos, en una especie de pequeño experimento. Ahí va: ¿Cómo fue el último concierto al que has asistido? ¿Qué me puedes contar de él?

Ahora que ya estás de vuelta, ¿qué me dices?.  ¿Acaso tus recuerdos sobre el concierto te han aparecido en imágenes? ¿O quizá, estos recuerdos te han venido en forma de palabras y sonidos? ¿O directamente te has ido a buscar qué sensaciones tuviste ya sean corporales, olfativas, gustativas o táctiles?

En tu respuesta, tienes información sobre cómo percibes la realidad, cuál es el canal predominante que usas para representar y procesar la información, en definitiva, qué sistema representacional predomina en tu cerebro a la hora de percibir, aprender y comunicarte, ya sea contigo o con los demás.

Importantísimo, me parece lo de la comunicación y por extensión, lo del lenguaje, porque seguro, que te habrás dado cuenta que no tienes el mismo “feeling” con todas las personas a la hora de comunicarte. Quizás, pueda haber muchas razones para ello, pero hay una que, no te quepa la duda, está en la base de ello y tiene que ver con hablar el mismo idioma. Y no se trata de si hablas en castellano, en inglés o en francés. Más bien, si ambas partes estáis sintonizando la misma frecuencia a la hora de percibir la realidad, como si de un programa de radio se tratara, siendo las mismas, la visual, la auditiva o la kinestésica.

¿Quieres saber qué frecuencia sintonizas tú?

Precisamente, los padres de la Programación Neurolingüística (PNL), Bandler y Grinder, nos presentaron en su Modelo V-A-K estos tres sistemas representacionales: Visual, Auditivo y Kinestésico. Las tres “frecuencias” con las que filtramos y representamos mentalmente la información.

Decirte que aunque usas los tres sistemas, hay uno de ellos que predomina más en ti. Si detectas cuál de ellos es y además captas el de la otra persona con la que mantienes una conversación (hij@s, pareja, compañer@s de trabajo, jef@s, amig@s…), tendrás una gran ventaja.  Podrás adaptar tu forma de comunicarte y tu lenguaje a ell@s, consiguiendo así, una mejora en la relación al evitar probablemente, discusiones o conflictos. Ahí, estarás en mayor sintonía porque “el mundo no es de una determinada manera, sino qué es cómo lo vemos, lo oímos y lo sentimos”.

La realidad no existe como tal. Más bien, existen muchas realidades, tantas como personas diferentes que somos porque filtramos la información dependiendo de nuestra forma de ser, experiencias, aprendizajes, cultura, educación… Y si esto fuera poco, como hemos visto, la predominancia de unos sentidos sobre otros, también influye.

Aquí tienes los tres sistemas representacionales y algunas de sus características:

VISUAL: Son personas que entienden el mundo tal y cómo lo ven. Se fijan, por tanto, en detalles visuales por lo que piensan y recuerdan en forma de imágenes. Esto hace que hablen rápido y se vayan de un tema a otro porque tienen varias ideas en la cabeza. Su pensamiento es circular. Necesitan mantener contacto ocular. No aguantan mucho tiempo escuchando, se aburren. Es común que entre sus expresiones aparezcan algunas de éstas: “Bajo mi punto de vista”, “échale un ojo”, “¿ves lo que quiero decir?”, “me gusta este enfoque”. Si delante de ti, tienes a una persona visual, os entenderéis mejor si le respondes con:“Empiezo a entender tu punto de vista”, “Puedo visualizar lo que dices”, “no lo veo bien”

 

AUDITIVO: Son personas que recuerdan mejor las palabras y sonidos. Al contrario que el visual, se centran en una idea y la explican paso a paso. Por lo que si les interrumpes, se molestan y pierden el hilo de lo que estaban hablando. Su pensamiento es lineal. Les gusta la música, escuchar en general, y son excelentes conversadores. Entre sus expresiones típicas se encuentran: “Esto me suena bien”, “te oigo claramente”, “lo que me dices, me suena”, “he hecho oídos sordos”. Les puedes responder para lograr mayor conexión con estas frases: “Hablemos para arreglar esto”, “me suena razonable lo que planteas”, “deberíamos escucharnos más”

 

KINESTÉSICO: Son personas que procesan la información asociándola a sensaciones y movimientos corporales, por lo tanto sus recuerdos provienen de esas sensaciones (corporales, gustativas, olfativas, táctiles…). Necesitan moverse y son muy dadas al contacto físico. Piensan en red. Gesticulan mucho. Son sensitivas. Es común que se expresen diciendo: “Me da buenas vibraciones”, “esto me huele mal”, “se me pone la piel de gallina”, “no te importan mis sentimientos”. Mejoras la relación con ellos si les respondes: “Comprendo cómo te sientes”, “anímate”, “me siento muy bien a tu lado”

Ahora que ya tienes pistas, ¿Cuál es tu frecuencia?

Ya que estamos en Black Friday, ¿qué te parece ponerlo en práctica?. Aprovecha esto de las compras para saber algo más de ti. Fíjate al comprar, a qué le prestas mayor atención: si a la parte estética del producto, es decir, que te entre por los ojos, a las características del mismo, por lo que correrás en busca de un vendedor para que te explique todo o simplemente, te dejarás envolver por las sensaciones que te produce al tocarlo, olerlo o degustarlo.

Coméntanos tu experiencia.

Te espero en la próximo post y mientras tanto, ya sabes, ¡se tú y brilla desde tu Belleza Imperfecta!.

4 comentarios
  1. Mónica
    Mónica Dice:

    Hola belleza imperfecta!
    A mi lo visual me puede. Si no me entra por el ojo, ya vamos mal aunque muchas veces me ha pasado que he dado segundas oportunidades y me han sorprendido gratamente. Hablo tanto de personas como de cosas. Así es que he aprendido que aquello de «la primera impresión es la que cuenta» a veces no funciona.

    Responder
    • Teresa Contreras
      Teresa Contreras Dice:

      Hola Mónica!

      Estoy contigo, a veces esa primera impresión varía con el tiempo. Probablemente, en ese aprendizaje aprendiste a filtrar información desde más ángulos y tu «sintonía» con esas personas u objetos mejoró.

      A seguir aprendiendo!. Besotes

      Responder
  2. Miriam
    Miriam Dice:

    Hola Belleza imperfecta:

    Yo trabajo mucho con la comunicación y está claro que los seres humanos no hablamos el mismo idioma o desde la misma realidad. A veces me sorprendo cuando, después de varias charlas sin conectar, un gesto, una palabra, una sonrisa, una imagen, un sonido te hacen entenderlo todo. Invito a la gente a escuchar la historia de los otros sin filtros, sin juicios, sin prejuicios… Como dice belleza imperfecta aprenderás y mucho.

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    • Teresa Contreras
      Teresa Contreras Dice:

      Hola Miriam!

      Me alegra saber que en tu práctica diaria has podido comprobar cómo las relaciones se pueden mejorar si se habla el «mismo lenguaje». Y estoy contigo, los juicios y prejuicios entorpecen bastante la comunicación.

      Besotes.

      Responder

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