Tu luz propia, te hará brillar
Llevamos varias semanas donde la lluvia, el viento, los cielos grises y el mal tiempo, en general, dominan el panorama meteorológico de un día tras otro.
Aun, agradeciendo esa lluvia que no es tan necesaria, a mí me pasa que llega un momento en el que necesito ver la luz del sol para salir de ese entumecimiento al que me lleva este tiempo. Me sumerge en una especie de aletargamiento que incluso llega a restarme energía, me ralentiza, y si ya se prolonga en el tiempo, me agota y es cuando anhelo con mayor ímpetu ese sol. ¿Te pasa a ti lo mismo?
Esto me ha hecho caer en tres reflexiones. La primera, que valoras lo que tienes cuando ya no lo tienes. La segunda, que puede ocurrir que cuando tienes una cosa, la das como algo normal y le puedes restar esa importancia. Y la tercera, que hay veces que, en nuestra vida, podemos poner el foco en ese “mal tiempo” y dejarnos contagiar por lo que eso conlleva, no viendo que detrás de la oscuridad hay luz.