2 breves cuentos para reflexionar sobre el aquí y el ahora

Estamos en la época del año donde la palabra “vacaciones” está en su máximo apogeo. ¡Sí, es el momento de hacer un parón en la rutina diaria y cambiar de aires!.

 

Parece algo obvio asociar vacaciones a disfrute pero no siempre es así.

 

¿Cuántas veces estando en la toalla, tomando el sol o haciendo senderismo por alguna ruta, te has pillado pensando en aquellas cuestiones no resueltas que te has dejado pendientes?  O acaso, ¿te ha pasado estar dándole vueltas a todo lo que tienes qué hacer, cuando regreses a tu trabajo, mientras te tomabas algo viendo una magnifica puesta de sol?

 

¿Y qué pasa con ese preciso instante de tomar el sol, hacer senderismo o ver una puesta de sol? ¿Qué sentía tu piel con ese calorcito al estar en la toalla? ¿Qué olores y sonidos había en el bosque? ¿Qué colores destacaban mientras el sol se escondía en el horizonte?.

 

Parece complicado dar respuesta a estas sencillas preguntas, si estás dale que te pego a la cabeza. Esto te impide apreciar todos estos detalles que hacen de cada una de estas situaciones, momentos especiales y por supuesto, de poder disfrutar de ellos.

 

Para vivir realmente la vida y no solo pasar por ella y para poder disfrutarla, se hace necesario vivir en el aquí y en el ahora, cuestión que, en numerosas ocasiones, se olvida.  Prevalece la mirada bien hacia el pasado, rememorando viejos tiempos o hacia el futuro, planificándolo. ¿Y el presente?

 

Si no le das ese espacio y ese hueco, con tu atención consciente,  a lo que tienes delante de ti, a lo que está pasando en ese instante preciso en el que está ocurriendo, es como si no hubiera ocurrido, como si no hubiera existido.  De alguna manera, es como si la vida pasara por delante de tus narices, sin que te des cuenta de ello, sin que te subas a ese tren. Eso sí, el tiempo no espera y va pasando.

 

Leído así, en frío, parece algo tremendista, aunque estoy segura que, al igual que a mí, no te pilla de sorpresa y te resulta familiar el hecho de no acordarte de muchos detalles de episodios de tu vida, precisamente por eso, por estar con la cabeza en otro lugar.

 

Ya lo dijo Walt Whitman: “La felicidad no está en otro lugar sino en este lugar, no en otra hora, sino en esta hora”.

 

Uno de los cuentos que quiero compartir con vosotr@s viene a reflejar precisamente esta frase de Walt Whitman. Se trata de un cuento tradicional y aquí os lo dejo.

 

“Vivir el momento”

“Cuenta una historia que el sabio Confucio animó a uno de sus discípulos a caminar por el bosque.

Mientras el maestro paseaba distraídamente, silbando y observando los árboles y los pájaros con los que iba cruzándose por el camino, su acompañante parecía nervioso e inquieto. No tenía ni idea de adónde se dirigían.

Harto de esperar, finalmente el discípulo rompió su silencio y le preguntó: “¿A dónde vamos?”. Y Confucio, con una amable sonrisa en su rostro, le contestó: “Ya estamos”.

(Extraído de https://centropsinergia.wordpress.com/2012/03/10/cuentos-y-relatos-inspiradores-vivir-el-momento/)

 

Si te ha pasado como a mí, probablemente al leerlo, te has quedado con la boca abierta al comprobar cómo en tan pocas palabras se puede decir una verdad tan grande.

 

Acto seguido, me he conectado con varias situaciones de mi vida cotidiana donde el “ya estamos” ha brillado por su ausencia. No sé si a ti te ha pasado, pero a mí me pasa que conduciendo me sumerjo tanto en mis pensamientos que cuando muchas veces  aparco en mi casa, no sé si cómo he llegado. O cuando vas a buscar algo, entras en la habitación y dices ¡pero qué venía a buscar!.

 

Hoy sin ir más lejos, he tenido una experiencia clara de cómo mis pensamientos me abstraen, a veces, de tal manera, que no soy para nada consciente de lo que estoy viviendo.

 

Estaba esta mañana preparándome el desayuno, las tostadas y mi taza de café mientras pensaba en este post y en lo que iba a poner, cómo lo iba a poner, qué cuentos quería compartir, cuando al meter la taza de café al microondas, me he dado cuenta que ya había metida otra taza de café.  Imaginaros la cara que se me ha quedado. No he sido para nada consciente de esa primera taza de café, que me he preparado, porque mi foco estaba en otro lugar.

 

Mi piloto automático de planificar el futuro ha ganado la partida, por goleada, al vivir el presente y al aquí y al ahora. ¿Casualidad que haya sido precisamente hoy? No lo creo. Más bien regalo que me llevo para seguir aprendiendo.

 

Cómo veis, no permanezco ajena a todo esto. A mí, también me cuesta vivir en el aquí y en el ahora. Al menos, ya he dado el primer paso que es darme cuenta de ello.  De cómo esta rumiación cognitiva no me permite vivir el momento. Es entonces cuando me digo, ¡para un poco, vuelve y céntrate!. Sí, la parada de pensamiento es una de las técnicas que utilizo.

 

También, pongo en práctica el vivir más conectada con lo que siento dando el protagonismo a esos 5 sentidos, oler, escuchar, ver, degustar, tocar y a esas emociones que me genera lo que acontece en ese momento en detrimento al vivir conectada con lo que pienso. En el post de ¡kinestesia pura! os hablo de estos 5 sentidos por si quieres profundizar en ello y de cuál es el sistema representacional predominante en ti.

 

Sea el que sea, lo verdaderamente importante es que pongas en marcha el sentir porque desde ahí vas a poder disfrutar de cada experiencia que tienes delante sin juzgar, sin valorar, sin anticipar, sin planificar. Simplemente viviendo el presente, tal y cómo nos lo muestra este cuento budista.

 

“Vivir el presente”

Un hombre se le acercó a un sabio anciano y le dijo: “-Me han dicho que tú eres sabio…. Por favor, dime qué cosas puede hacer un sabio que no está al alcance de las demás de las personas.”


El anciano le contestó:-” Cuando como, simplemente como; duermo cuando estoy durmiendo, y cuando hablo contigo, sólo hablo contigo.”

– “Pero eso también lo puedo hacer yo y no por eso soy sabio”, le contestó el hombre, sorprendido.

– “Yo no lo creo así”, le replicó el anciano. “Pues cuando duermes recuerdas los problemas que tuviste durante el día o imaginas los que podrás tener al levantarte. Cuando comes estás planeando lo que vas a hacer más tarde. Y mientras hablas conmigo piensas en qué vas a preguntarme o cómo vas a responderme, antes de que yo termine de hablar. El secreto es estar consciente de lo que hacemos en el momento presente y así disfrutar cada minuto del milagro de la vida.”

(Extraído de https://rincondeltibet.com/blog/p-cuentos-budistas-vivir-el-presente-814)

 

¿Te apetece empezar, en tus vacaciones, a poner en práctica el vivir en el aquí y ahora?. Luego a extenderlo.

 

Cualquier comentario o reflexión que te haya surgido, no dudes en compartirlo. Estaré encantada de leerlo.

 

¡Disfruta de tu puesta de sol, de tu senderismo y de todo lo que hagas en tus vacaciones y en tu día a día!.

 

Te espero en el próximo post, ya en septiembre, y mientras tanto, ya sabes, ¡se tú y brilla desde tu Belleza Imperfecta!

 

2 comentarios
  1. manuela
    manuela Dice:

    Gracias Teresa por tus reflexiones.
    Me animas a organizar mis vacaciones desde otro prisma. Tengo acumulados en el móvil, en marcadores, folletos, guías para sacar el mayor partido a los días que pasaré recorriendo una zona nueva de la costa que no conozco. Y me has hecho pensar: » ¿mayor partido??» ¿ para quién? para qué? Claro que me gustaría conocer toda la provincia, todos esos lugares maravillosos que mis amigos y amigas me han contado, los buenos momentos que pasaron en un restaurante con encanto, una cala maravillosa, un pueblo pintoresco…
    Mis nuevas gafas vacacionales me dicen » ve hacia donde te apetezca y disfruta el momento»
    Parece que el consumismo también nos lleva a sumar experiencias, cuantas más mejor, sin importarnos la calidad de esos momentos.
    Espero encontrar un lugar y poder decir » ya estamos», y con una sonrisa, recordar este viaje no solo por las fotos, sino por las sensaciones, el olor, la temperatura …y la buena compañía.

    un abrazo, feliz verano!

    Responder
    • Teresa Contreras
      Teresa Contreras Dice:

      Hola Manuela!

      Estoy segura que solo por el mero hecho de haber hecho estas reflexiones, ya estás en otro lugar y desde ahí podrás disfrutar de tus vacaciones.

      Dar respuestas a estas dos preguntas que te has hecho, ¿para quién? y ¿para qué?, te van a dar muchas pistas de lo que verdaderamente quieres hacer. Sigue escuchando a tu interior que como ves, ya te está diciendo cosas y desde ahí déjate llevar.

      ¿Cantidad o calidad? Yo este año en mis vacaciones, he apostado por la calidad. Realmente no he hecho prácticamente nada en ellas, solo disfrutar de los pequeños placeres que de forma natural nos ofrecía el lugar donde estábamos y te puedo decir, que me ha encantado ésta otra versión de «vacaciones» alejadas de ir a ver hasta el último pueblo del lugar que visitaba.

      Esto no significa que deje de visitar aquellas lugares dónde vaya, seguiré haciéndolo pero ya no desde esa posición de obligación y de «hay que verlo». Si voy, será porque verdaderamente me apetezca ir, como muy bien dices tú.

      Gracias Manuela por compartir y deseo que disfrutes con los 5 sentidos de tus vacaciones!!!

      Besotes.

      Teresa

      Responder

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